Edificio
romano de forma redonda u oval, en el cual el espacio donde se ubicaban los
espectadores rodeaba completamente el destinado a la exhibición del
espectáculo. // La
palabra “anfiteatro” viene del griego amphitheatron formada de amphi
(“ambos lados”) y theatron (“lugar para ver”), o sea “teatro donde se
puede ver por los dos lados”. Los griegos jamás construyeron anfiteatros. Y casi
podría decirse que tampoco “construyeron” teatros, sino que los labraron. Ellos
inventaron lo que puede llamarse “la planta” de un teatro clásico, y le dieron
ese nombre θέατρον (“lugar para la contemplación”) para representar sus obras
dramáticas. 8teatro. Los
romanos, respetando la base arquitectónica y el nombre griegos, diseñaron
edificios –primero de madera y más tarde de piedra– en los que el espectáculo
se desarrollaba en el centro mismo de la edificación y el público se disponía
en graderíos erigidos alrededor. Tenía capacidad para un gran número de
espectadores. En el foso o arena podían tener lugar luchas de gladiadores,
enfrentamientos entre hombres y animales salvajes e incluso llegaron a
representarse batallas navales, llamadas 8naumaquias. Howatson recoge estos datos: “Se
decía que los introdujo (a los anfiteatros) en Roma Curión, seguidor de Julio
César, aunque parece que ya existían antes en las provincias; el de Pompeya fue
construido unos veinte años antes, hacia 70 a.C. El primer anfiteatro
permanente de piedra en Roma fue levantado en 29 a.C., cuando se estaban
construyendo otros muchos a lo largo del imperio. Los arquitectos imperiales
desarrollaron rápidamente edificios muy grandes con ingeniosos sistemas para el
acceso y la circulación por el interior. El más famoso es el Coliseo, en Roma
(80 d.C.)” (DILIC)
No hay comentarios:
Publicar un comentario